Ese toc, toc, toc... Cómo arreglar un grifo que gotea y no volverte loco

Ese toc, toc, toc... Cómo arreglar un grifo que gotea y no volverte loco

Ese ruidito constante del grifo goteando en medio de la noche... ¿hay algo más irritante? Además del fastidio, es un desperdicio de agua y de dinero que se va por el desagüe. Pero, ¡buenas noticias! No hace falta que llames a un fontanero. Es una de las reparaciones más fáciles que puedes hacer tú mismo.

Te lo explico paso a paso:

Paso 1: ¡Corta el agua! Lo primerísimo de todo. Debajo del fregadero o lavabo, busca unas llaves pequeñas (las llaves de paso) y gíralas para cerrarlas. Luego abre el grifo para que salga el agua que quedaba en la tubería.

Paso 2: Saca la manija. La mayoría de los grifos tienen un pequeño embellecedor o tapón de plástico. Quítalo con cuidado con un destornillador plano y verás un tornillo. Aflójalo y saca la manija tirando hacia arriba.

Paso 3: Accede al corazón del grifo. Ahora verás el mecanismo interno. Con una llave ajustable (o francesa), desenrosca la tuerca grande que lo sujeta. Saca esa pieza, que se llama cartucho o vástago.

Paso 4: Cambia las gomas viejas. ¡Aquí está el culpable! En la pieza que has sacado verás unas pequeñas gomas, que se llaman juntas. Con el tiempo se resecan, se agrietan y por ahí se escapa el agua. Quítalas y pon unas nuevas del mismo tamaño.

Paso 5: Monta todo de nuevo. Vuelve a poner el cartucho en su sitio, aprieta la tuerca, coloca la manija y el tornillo. Ahora, abre la llave de paso del agua despacito y... ¡magia! El goteo debería haber desaparecido.

¿Ves qué fácil? Te acabas de ahorrar un dinero y has solucionado uno de los problemas más comunes de la casa. Si necesitas las juntas de repuesto o cualquier otra cosa, echa un vistazo a nuestra sección de fontanería.

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